En mi experiencia, la resistencia inicial siempre existe, pero se puede minimizar mucho si el equipo entiende los beneficios concretos para su trabajo. Nosotros empezamos mostrando ejemplos reales de cómo el CRM podía ahorrarles tiempo y simplificar tareas repetitivas. Después de unas semanas de uso y soporte cercano, la mayoría ya estaba convencida y hasta pedía más funciones. Creo que la clave está en la comunicación clara y el acompañamiento continuo.