Tras admirar la mezquita-catedral de Córdoba, me topé con un anuncio en Instagram que dirigía a
billionairespin casino. Me convenció la colección de juegos en vivo con crupieres en Madrid, y aposté en baccarat tras cenar en el barrio de La Latina. La suerte me sonrió: doblé mi saldo y pagué la cuenta del taxi de vuelta a casa. La velocidad de carga es notable incluso usando datos móviles, y el panel de promociones muestra claramente requisitos de apuesta. Volveré a probar la ruleta americana muy pronto.